La importancia de la ética en el ejercicio del derecho: claves para ser visto como un abogado íntegro y confiable

 



De niño, siempre soñé con ser abogado, pero para serles sincero, no fue mi primera opción cuando decidí estudiar en la universidad. Me preguntaba, si me dedico al derecho: ¿Cómo debería tratar a mis clientes? ¿Los juzgo o solo defiendo sus causas? ¿Serán adecuados mis conocimientos a las peticiones de mis clientes? ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Intentare ganar mis casos o conseguir los mejores acuerdos para mis clientes?

 

Trece años después, ocho en el ejercicio, me sigo planteando las mismas cuestiones, cuestiones que deberías preguntarte tú, antes de aceptar un caso. Porque la importancia de la ética profesional del abogado como principio básico en la relación abogado-cliente es fundamento del buen hacer del abogado.

 

Pero, ¿Qué es la ética y la moral?, ¿Cómo se refleja en el trabajo diario de un abogado?, ¿Qué consecuencias puede tener? Sigue leyendo para conocer a fondo cómo cumplir ética y moralmente con tu cliente y su profesión.

 

¿Qué es la ética profesional de un abogado?

Todo abogado debe comprender la importancia de la ética profesional de un abogado y de la moral en sus tareas diarias. Algo que, en algunas ocasiones, se pierde gracias a que algunos profesionales utilizan la ley de manera fraudulenta. Pero, ser un abogado íntegro y confiable no solo es importante para mantener la reputación personal, sino que también es esencial para ganarse la confianza y el respeto de los clientes y colegas.


Hoy en día, los abogados estamos obligados a adherirnos a un código deontológico para regular este tipo de conductas. En caso de no cumplir con estos códigos internos, podríamos ser sancionados e incluso separados de nuestra profesión, y es que, como diría un gran profesor que tuve: para ganarse un disciplinario, solo basta con tener un cliente.

 

Pero, entonces, ¿Cuáles son esos principios éticos que debe tener un abogado si quiere llegar a ser un abogado de prestigio? La pregunta nace, porque si de verdad, quieres tener prestigio, tienes que tener en cuenta la importancia de la ética profesional del abogado y, por tanto, ceñirte a los siguientes principios y valores:

 

  • Honradez: convicción de que estás haciendo lo correcto, cumpliendo plenamente con tus deberes. Sin necesidad, para ello, de incurrir en actos abusivos, inmorales o poco éticos para obtener el resultado que buscas.
  • Buena fe: sigue las estructuras y patrones aceptados por la sociedad del país o región donde ejerces o vas a ejercer, con el convencimiento propio de que es lo que debes hacer.
  • Diligencia: demuéstralo realizando el trabajo con sumo interés, a conciencia y su debido tiempo. Es fundamental ser metódico y organizado.
  • Justicia: reconoce el derecho de cada individuo a ser tratado por igual, sin que ello dependa de sus circunstancias. Ayuda a que cada uno pueda ejercer sus derechos sin penalizar los de los demás. Resuelve unos conflictos y evita otros.
  • Libertad e Independencia: actúa sin estar limitado por lo que piensen los demás. Significa pensar por uno mismo asumiendo con responsabilidad las decisiones que tomas.
  • Dignidad: debe respetarte a ti mismo, tanto como individuo como por la labor profesional que desarrollas. Exige a los demás el debido respeto que deberían tenerte.
  • Respeto: ten en cuenta las necesidades, creencias y valores de los demás. No los juzgues. No tienes por qué estar de acuerdo con ellos. Acata las normas vigentes y guarda las debidas consideraciones hacia el resto de colegas, funcionarios e instituciones públicas.
  • Lealtad: utiliza medios legítimos para asegurarte de que los intereses que te confían están salvaguardados, aunque no obtengas el resultado deseado.

 

Ahora, que ya sabes cuales son esos principios y valores, te presento algunas claves para ser visto como un abogado ético y confiable.

 

  • Libertad en el ejercicio de la abogacía: de esta manera aseguras el libre ejercicio de tu profesión sin estar sujeto a presiones o coacciones de los poderes públicos o de otras entidades. Si en algún momento no crees que puedas ejercer tu labor con total independencia, rehúsa el caso.


  • El deber de mantener el secreto profesional: como abogado tienes la obligación de mantener en secreto cualquier comunicación o información que tu cliente le proporcione, yo se que es agradable contar esas anécdotas de casos de novela, pero créeme, mejor inventa otra historia para tus charlas.


  • Mantener al cliente informado: debes especificar el coste aproximado de tu labor antes de ser contratado, así como los posibles gastos en los que pudiese incurrir el cliente. Asimismo, tienes que comunicarle siempre el estado del proceso, y consultar con él cualquier cuestión que pudiese afectar de manera particular o que afecte al caso.


  • Ante un cambio de abogado, hay que solicitar la venia: si te contratan durante el curso de un proceso debes solicitar la venia del abogado anterior. El abogado anterior está obligado a hacerte llegar toda la documentación que tenga sobre el caso.


  • Comunicación fluida con la parte contraria a través de su abogado: es un principio ético y procesal básico. Las partes solo deben comunicarse a través de sus abogados. Así pues, la comunicación que tengas con otros profesionales debe ser fluida y cordial.

 

  • Actúa con honestidad y transparencia: En el mundo del derecho, la honestidad y la transparencia son valores fundamentales. Ser honesto con tus clientes, colegas y jueces no solo te ayudará a mantener tu reputación, sino que también te ayudará a ganarte la confianza de tus clientes. Un ejemplo de esto podría ser no ocultar información importante de tus clientes o no exagerar la información para ganar un caso.

 

  • Se profesional en todo momento: La profesionalidad es clave en el mundo del derecho. Mantener un comportamiento adecuado y respetuoso con los clientes, colegas y jueces es esencial para ser visto como un abogado confiable y ético. Nada de insultar a tu contraparte solo por hacer lo que tú, defender los intereses del proceso.

 

  • Evita los conflictos de interés: Los conflictos de interés pueden poner en peligro la integridad de un abogado y la confianza que tiene el cliente en él. Es importante evitarlos siempre que sea posible y, si no es posible, ser transparente con los clientes sobre la situación y buscar una solución que beneficie a todas las partes involucradas. Así que pilas con representar a dos clientes que tienen intereses opuestos en un caso.

 

En conclusión, la ética es fundamental en el ejercicio del derecho. Actuar con honestidad, transparencia y respeto, mantener la confidencialidad y evitar los conflictos de interés son claves para ser visto como un abogado íntegro y confiable. Siguiendo estos principios y aplicándolos en cada caso, podrás ganarte la confianza de tus clientes y colegas, y mantener una reputación impecable en la industria del derecho.



Por Luis Daniel Colmenarez Ramos, Abogado de la Universidad Yacambu en Venezuela, convalidado por la Universidad de Sabaneta en Colombia.


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