Me gradué ¿y ahora qué? 7 consejos sobre mi experiencia.

 



Terminando mi proceso de Convalidación del título de abogado en Colombia en diciembre 2022, me pregunté: ¿Qué me hubiese gustado saber por allá en el 2015? cuando me gradué de abogado en Venezuela.


Definitivamente en la universidad nos enseñan muchas cosas, pero una vez sabemos que terminamos carga académica y nuestra tarjeta profesional está por llegar, viene la pregunta del millón: ¿Y ahora qué? La respuesta a esta pregunta puede llevarnos años, el resto de nuestra vida incluso.


Esas respuestas he decidido compartirlas a todo aquel que esté por graduarse o muy cercano a hacerlo.


1. Evalúa tus habilidades: Definitivamente obtener el título universitario es en sí un gran logro y la recompensa al esfuerzo por años, pero se nos hace antipático al decirnos que, al graduarnos, somos un abogado más de los miles que ya existen. Siendo esto cierto, entonces, debemos diferenciarnos y ello lo logramos con nuestras habilidades, así que es momento de comenzar a preguntarte ¿qué te diferencia?,

A. ¿Tienes algún curso de algo?

B. Alguna habilidad que te sirva en el área profesional como: Hablar bien en público, lectura rápida, entre otros.


2. Proyectate: Este no es un artículo de emprendimiento, no te voy a persuadir para que montes tu propia firma, porque ser empleado no es malo, lo malo es que no te actualices constantemente o no te instruyas con sentencias de altas cortes, así que, si tu primera opción es tener un empleo, hacer tu curriculum es importante y vital. Quizás al graduarte no tienes mucha experiencia, quizás ninguna, en ese caso elabora tu CV orientado en lo que le ofreces a tu empleador como persona y nuevo profesional.


Explota tus habilidades y todas tus experiencias, por ejemplo, si tu único trabajo ha sido en tiendas de retail, tienes habilidades en Manejo de grupos, Liderazgo, Responsabilidad, Trabajar en Equipo, atención al cliente, entre otras ¿te das cuenta? Tienes más habilidades de las que crees, Otro punto importante también es que algunos consideran que al graduarse han "olvidado" casi todo lo que vieron en la carrera, pero te garantizo que nadie te querrá contratar por saberte de memoria las leyes y códigos. Te contratan porque tienes un modelo de pensamiento orientado a solucionar problemas como abogado, tienes el criterio para ver lo que otros no, investigar e interpretar para darle la vuelta.


3. Retribuir. La vida es un ciclo y además está en constante cambio, fluye. No se trata solo de todo lo que puedas obtener del mundo, también retribuye, quizás no tengas tiempo (según tú) para ayudar de voluntario en alguna fundación, pero una asesoría a alguien que no tenga como pagarla, es algo que puedes hacer sin duda. Ten cuidado también con la soberbia, si eres amable, hazlo sin interés, nunca por la gratitud ni reconocimiento de nadie o perderá el sentido.


4. Tomar riesgos. ¡Esta es la edad de tomar riesgos, atrévete! Si fallas, aprende (esto es importante) y vuelve a intentar de una mejor manera. Pero ojo, si algo caracteriza a los recién graduados es que su primer riesgo es tratar de hacer alianzas o sociedades con los mismos compañeros de universidad, situación que no recomiendo por una sencilla razón, dirigir una oficina no es un tema que se deba tomar a la ligera, debes rodearte de uno o varios mentores que te permitan ganar experiencia, pero sobre todo entender cuál es la dinámica del derecho en la práctica. Con esto entenderás las responsabilidades de dirigir una firma, la dinámica, pero sobre todo los que es el derecho en la práctica acompañados con gente experimentada y no arriesgarse con procesos de clientes que confían en sus capacidades y nula experiencia.


5. Tiempo, tiempo, tiempo. Para un abogado, el tiempo es un activo que debe saber distribuir, sobre todo para no convertirse en esclavo, escuchas que nadie tiene tiempo, todos viven apurados para llegar a sitios en los que no pueden tardarse mucho y todo en este mundo, cuesta, además de dinero, etc. el recurso más importante y costoso: El tiempo. Entonces, ¡ORGANÍZATE! Que para todo hay tiempo, si de verdad quieres. Sin embargo, si quieres que te rinda el tiempo, no abuses de los casos pequeños. Muchos de nosotros en el afán de crear clientes o ganar dinero rápido, nos llenamos de casos pequeños, esos en los que se cobra poco porque el tema es “sencillo” pero en la práctica un tema sencillo se puede volver complejo o difícil de resolver, exponiendo tu reputación por poco dinero.


6. Enfócate: Se necesitan diez mil horas de práctica y estudio en un área en específica para considerarse experto, con lo increíblemente amplio que es el derecho, difícilmente se logre reunir esa cantidad de tiempo en varias áreas, así que elige y vuélvete experto de un área en específica, con esto te apropiaras de un segmento del mercado que en comparación a trabajar como un abogado “todero”, tendrás menos posibilidades de perder juicios fácilmente cuando te enfrentes con especialistas. Para ello no es necesario una especialización, se puede lograr con practica o lectura autodidacta.


7. Nunca tonto. Como toda historia, hay gente buena y gente mala. Tristemente afuera, en el mundo real hay gente mala, tramposa, que incluso te atacarán si haces las cosas bien, para que no les hagas sombra a ellos. Algunos no por maldad, si no que están acostumbrados a hacer las cosas de la misma manera desde siempre, y si una mente joven llega con ideas innovadoras, pro activa y entusiasta, te bloquearán. Nunca dejen que por muy difícil sea una situación, te robe quien eres, se firme a tus principios, se listo, se astuto, se bueno, valiente y amable, pero nunca tonto.


Mucho éxito en todo lo que hagas.



Descarga mi plantilla de Análisis DAFO y usa mi experiencia como ejemplo para prepararte.


Por Luis Daniel Colmenarez Ramos.

Abogado de la Universidad Yacambu, convalidado por la Universidad de Sabaneta.

Publicar un comentario

Post a Comment (0)

Artículo Anterior Artículo Siguiente